La carrera de esta fiera cantautora muestra un ritmo ascendente y vertiginoso que va a ser complicado detener. Armada con su guitarra y una pandilla de colegas entrañables en el estudio de grabación, está por mostrarnos de lo que es capaz con una obra definitiva, próxima a ver la luz; de momento, su pop sofisticado y urgente, a ratos existencialista (azotado cuando el sentimiento así lo solicita) puede escucharse por todas partes. Acércate a “La gravedad”, por ejemplo, y como Carla, vete de frente escuchando más y más, no intentes detenerte.